
GROWTH MARKETING
Todo lo que tienen que aprender las Start-ups de las claves del éxito de Katy Perry
Descubre cómo las estrategias y claves del éxito de Katy Perry pueden transformar una Start-up.
POR LETICIA SILVA
5 de junio de 2023
Thanks for believe in my weirdness.
-Katy Perry
Existe una gran ambigüedad en el término ‘éxito’. Proviene del latín exĭtus que significa ‘salida’. Actualmente la Real Academia Española aporta tres definiciones:
- Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.
- Buena aceptación que tiene alguien o algo.
- El fin de un negocio o asunto.
No sólo es ambiguo en su propia definición oficial, si no también en lo que significa para cada persona a nivel personal, profesional, e inclusive también depende de la etapa que se encuentre en su vida. El éxito para la joven Katy Perry de tan solo quince años suponía la posibilidad de grabar su primer disco de gospel, un álbum de música cristiana titulado Katy Hudson, el cual no tuvo mucho éxito vendiendo solamente unas 200 copias.
Siendo la mediana de tres hermanos de una familia cristiana, desde muy pequeña empezó a soñar con dedicarse a la música mientras cantaba en el coro de la iglesia.
Los Hudson limitaban el acceso a los hermanos a cualquier cosa que podía ir en contra de la narrativa pentecostal, por lo que las únicas canciones que escuchaban eran cristianas.
A principio de los 2000, en casa de una amiga, Katy escuchó la canción You Oughta Know de Alanis Morissette y quedó totalmente fascinada con la posibilidad de poder utilizar la música para escribir y expresar lo que sentía y vivía como adolescente. Poco a poco el nuevo concepto de éxito de Katy transformó sus objetivos y decidió que para conseguirlos debía mudarse a Los Ángeles.
Sentía que no me dejaban pensar por mí misma.
-Katy Perry, 18 años
Con 16 años esta promesa de estrella del pop ya había aprendido la importancia de la conceptualización del producto. Una empresa surge, la gran mayoría de veces, de una idea o de un problema que ninguna empresa actual está resolviendo pero, aunque parece una obviedad, no es lo mismo tener una idea que darle forma y convertirla en algo tangible. Desde muy joven Katy sabía que quería cantar pero nunca se había planteado que tipo de música quería hacer realmente, que quería expresar y quién era el público objetivo que la escucharía.
Planteárselo seriamente, romper con sus propias creencias y crear un plan para conseguir su nueva meta fue un momento decisivo para ella, como lo es para cualquier empresa que está empezando.
En 2001 apareció en la puerta del estudio de Glen Ballard, compositor de Michael Jackson. Cuando Glen la escuchó se dio cuenta de que tenía que contratarla. En los cinco años que fue su manager, Katy escribió más de 100 canciones y desarrolló un vocabulario como compositora. También decidió cambiar su nombre artístico para desvincularse del concepto y fracaso de su primer disco y, ya en 2004, consiguió firmar con la discográfica Island Def Jam Records. Compuso un nuevo disco titulado Katy Perry pero fue cancelado.
Ese mismo año fue contratada por Columbia Records y comenzó a grabar otro álbum. Con The Matrix, llegó a lanzar el vídeo musical de uno de sus temas sin mucho éxito. El álbum fue nuevamente cancelado.
¿Donde quedó lo de escribir buenas canciones que conecten?
-Katy Perry, 19 años
La discográfica buscaba alguna forma abrirle paso en el mercado, comparándola con otras estrellas del momento como Britney Spears y Avril Lavigne. Intentaban utilizar el talento de Katy para replicar lo que habían hecho esas artistas e impulsar su carrera. La construcción de esa nueva visión de la discográfica era completamente diferente a la que tenía Katy.
Sentía que lo que estaba haciendo no tenía nada que ver con lo que quería transmitir como artista. Aún así los directivos de Columbia Records no querían dejarla ir ya que sabían que firmaría con otra discográfica y se convertiría en una estrella. Katy no quería ser la nueva Britney, ni la nueva Avril Lavigne. Ella quería ser Katy Perry.
Todo lo que vivió durante estos años de su carrera se conoce en el mundo startupero como pivotar. Es decir, realizar cambios en el modelo de negocio. Y es que una buena conceptualización de producto no garantiza el éxito de la idea. Quizás no estás cubriendo correctamente las necesidades hacia quién va dirigido, o puede que esté fallando la forma de monetizarlo.
Lo realmente importante durante esta etapa de una empresa es la capacidad de adaptación del equipo ya que aferrarse a la idea inicial cuando se es consciente que no está funcionando del todo puede llevar al cierre.
Eso no quiere decir que hay que perder la visión, o dejar de ser fiel a esa idea inicial. Es un error verlo como un cambio en vez de como una transformación.
No fue hasta 2007, en una bancarrota absoluta por varios impagos, que Katy empezó a tener ese ansiado éxito. Debido a retrasos de sus antiguas discográficas tuvo que subsistir comprando y vendiendo ropa de segunda mano para pagar sus facturas.
En innumerables entrevistas ha hablado de este momento como el más bajo de su carrera. Para Katy no fue el final, aunque para muchas Start-ups si lo puede ser.
Eso nos lleva al tercer punto más importante: planificación financiera. Muchas veces la planificación inicial del proyecto no es suficiente y en la mayoría de los casos el verdadero coste suele ser el doble de lo planificado. Por ello es importante controlar los recursos y la liquidez, además de valorar casi de forma tradicional el coste real de nuevas decisiones.
Para cuando Katy consiguió firmar con la discográfica Capitol Records tenía 23 años, inexperiencia y desesperación, tanto emocional como económica. Pero esta vez decidió hacer las cosas de otra manera.
A su manera.
Fue como un viaje, y realmente aprendí muchísimo de esa aventura.
-Katy Perry, 27 años
Insistió en firmar solo un contrato discográfico que la dejara en control de los ingresos por giras y material. Además rechazó el adelanto por la producción musical, eligiendo mantener los derechos y la posibilidad de cobrar más al final.
Fue entonces cuando todo cambió. Compuso Hot n Cold y I Kissed a Girl y lanzó el vídeo musical de Ur so Gay. El golpe de suerte llegó cuando Madonna comentó en el programa de radio JohnJay&Rich que esa era su canción favorita del año. A finales de abril de 2008 tomó la decisión más importante de su vida. Decidió lanzarse oficialmente como artista con la canción I Kissed a Girl consiguiendo la primera posición en los Billboard Hot 100 de Estados Unidos. Este hecho le hizo entrar como un éxito en la mayoría de las listas mundiales.
Fueron necesarios nueve años intentándolo, un producto lanzado que fracasó, un rebranding, afinar continuamente el producto, mucho trabajo, dos cancelaciones de lanzamiento, problemas de solvencia económica, reajuste de objetivos y entender que a veces hay que hacer las cosas de otra manera para conseguir el éxito.
Katy Perry no era sólo una artista. Katy Perry era una Start-up.
La mayoría de personas creen que el éxito de Katy fue repentino, como el de la gran mayoría de estrellas del pop descubiertas por un productor. Pero lo cierto es que estuvo trabajando en ello toda su vida. También es incorrecto pensar que ella es otro juguete roto de la industria o que su éxito es debido a las decisiones de un gran productor. Katy es la CEO de Katy Perry.
Si algo caracteriza su camino al éxito fue el trabajo, algo que ha mantenido a lo largo de su carrera. Pero también es importante destacar que consiguió que el público mundial comprara la novedad que ella suponía en una industria feroz. Una Start-up nunca debe perder el foco de lo que realmente hará que todo el trabajo, recursos y esfuerzo valga la pena y es que el producto enamore al cliente.
Sí, enamorar. Vender es prácticamente conectar. Se conecta con las emociones a través de la historia de la empresa, se conecta a través de la empatía hacia las necesidades del cliente. Se conecta haciendo que crean en las rarezas del producto. Eso es lo que verdaderamente rompe con la ambigüedad del éxito, lo que marca el fin o la felicidad.
Según la regla de 50-100-500 de Alex Wilhelm, una Start-up ha dejado de serlo si tiene unos ingresos anuales de 50 millones de dólares, si cuenta con un mínimo de cien empleados o si se estima un valor de 500 millones de dólares.
El patrimonio neto actual de Katy Perry es de 330 millones de dólares. Mientras has leído este artículo ha ganado $1.023 más.
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